sábado, 10 de octubre de 2009
GRUPO PROPEDÉUTICO 2009
El grupo propedéutico es ese segundo hogar en el que no solo nos acogemos a unos nuevos hermanos, sino que nos abrimos a unas nuevas formas de vida en comunidad.
Es el núcleo en en cual, nos formamos intelectual, espiritual y humanamente.
ES UNA FAMILIA SORPRENDENTE.
VER BLOG DEL GRUPO.
viernes, 9 de octubre de 2009
SOY UN JOVEN QUE HA ENCONTRADO SENTIDO A SU VIDA DONANDO LOS MEJORES AÑOS DE SU EXISTENCIA "MIJUVENTUD", POR EL TODO DE DIOS
MI JUVENTUD ES UN FLORECER A LA VIDA VIVIENDO LA CRUZ DE MI AMADO "JESÚS"

PERO TAMBIÉN SOY ESA ESPECIE DE PALOMA QUE REVOLOTEA JUNTO A ESA CUZ RODEADA DE ESPINAS, RODEANDO EL CALIX DEL DOLOR QUE SUFRIÓ MI JESÚS A CAUSA DE MI SALVACIÓN.


PERO TAMBIÉN SOY ESA ESPECIE DE PALOMA QUE REVOLOTEA JUNTO A ESA CUZ RODEADA DE ESPINAS, RODEANDO EL CALIX DEL DOLOR QUE SUFRIÓ MI JESÚS A CAUSA DE MI SALVACIÓN.
"AMIGO(A): Se que el darle a Jesús toda mi juventud y toda mi vida, podrá sonar como una locura, pero para mi es la mayor felicidad".
Muchos jóvenes quieren saciar esa sed de felicidad, pero para mi no hay mas que una verdad; solo quiero a Jesús y en Él encuentro la plenitud y el sentido a ésta mi vida, que ningún otro momento y ninguna otra persona durante mi infancia y durante mi adolescenciame pudo brindar.
Amigo: Cristo es la felicidad de los hombres, y puede por lo tanto ser también la tuya. ¿Dónde está el secreto? Esta frase lo puede indicar: "Aunque Cristo naciese mil veces en Belén, si no nace en ti seguirás eternamente perdido". Dicho de otra manera: hay que conocerlo, conocer al Cristo verdadero.
Pero Cristo no se da regalado. Vale mucho, demasiado, y hay que luchar por merecerlo. Yo podría decirte, pero de memoria, que Cristo es el camino, la verdad y la vida. Que es tu salvación, que es la persona que tiene en su mano el secreto de tu felicidad, que es la persona que más te quiere del mundo, pero prefiero que no te lo digan de memoria, sino con su experiencia, todas aquellas personas que hay a tu alrededor.
NO LUCHES Y DESGASTES TU VIDA EN FALSOS AMORES. EL VERDADERO AMOR ESTÁ EN TU CORAZÓN.
TERMINO CONCLUYENDO QUE JESÚS ES MI MAYOR FELICIDAD. NO ME CAMBIO POR NADA NI NADIE.
jueves, 8 de octubre de 2009
MI SANTA AMIGA ESPIRITUAL
MI AMIGA ESPIRITUAL:
SANTA TERESITA DEL NIÑO JESÚS:


"SER AMIGO ESPIRITUAL DE TERESITA HA SIDO PARA MI, RECIBIR ÉSTAS PEQUEÑAS ROSAS QUE AQUÍ TE ILUSTRO. PERO NO SON ROSAS IGUALES A TODAS LAS EXISTENTES, QUE POR CIERTO SON HERMOSAS; SON ROSAS ESPIRITUALES QUE EN LA ORACIÓN Y EN MI DIARIO VIVIR ME AYUDAN A CAMINAR Y A AMAR MÁS A MI JESÚS"
"La amistad espiritual que como joven y como un pequeño seminarista poseo con mi amiga Teresita del Niño Jesús me ha depositado en el seno del Padre Celestial. "
A mi amiga Teresita, Jesús le dio un signo claro de que la escuchaba, cuando llegó a sus manos un periódico que anunciaba la condena de Pranzini a muerte, un peligroso delincuente de aquella época. Aunque era impenitente y se declaraba ateo, Teresita le pidió a Jesús un signo de conversión antes de su muerte. Y he aquí que, en el momento previo a la ejecución, Pranzini besó con devoción la cruz que le aproximó el capellán.Es característica de su espiritualidad, el tratar de reconocerse dentro del Cuerpo de Cristo en su propia vocación, y tratar de buscar qué es lo que Dios quería de ella. Anhelaba ser misionero, mártir, sacerdote.
A mi amiga Teresita, Jesús le dio un signo claro de que la escuchaba, cuando llegó a sus manos un periódico que anunciaba la condena de Pranzini a muerte, un peligroso delincuente de aquella época. Aunque era impenitente y se declaraba ateo, Teresita le pidió a Jesús un signo de conversión antes de su muerte. Y he aquí que, en el momento previo a la ejecución, Pranzini besó con devoción la cruz que le aproximó el capellán.Es característica de su espiritualidad, el tratar de reconocerse dentro del Cuerpo de Cristo en su propia vocación, y tratar de buscar qué es lo que Dios quería de ella. Anhelaba ser misionero, mártir, sacerdote.
Tenía una frase que es imposible vivirla, Le decía a Jesus que desearía irse al infierno, para que al menos un alma (la de ella), Lo amara desde allí. Que loca de amor por Jesús fue mi amiga.
Esta loca pero santa amiga también utilizaba la parábola del ascensor: Decía y enseñaba a sus novicias que el hacerse como niños y abandonarse en las manos de nuestro Buen Papá Dios era el camino más rápido para llegar hasta Él, como un ascensor que nos eleva sin esfuerzo.
Prometió que desde el cielo derramaría una lluvia de rosas, significando las gracias que concedería a los que se acogieran a ella para ir hacia Jesús, y por Él al Padre.
DE ÉSTAS ROSAS ERAN DE LAS QUE HABLABA YO AL PRINCIPIO DE ESTE ESCRITO.
BÚSCALAS EN LA ORACIÓN. ELLA TE LAS CONCEDERÁ EN JESÚS SU AMADO.
TE HAGO AHORA ESTA INVITACIÓN:
Si querés conocerla más, relacionate con ella EN LA ORACIÓN, y no dejes de tener su pequeña autobiografía, “Historia de un alma” ;pero sobre todo, ama a JESÚS, imitando mucho la vida de ésta santa que verdaderamente fue una loquilla enamorada de Jesús.
JULIÁN ANDRÉS BOTERO GALLÓN.
miércoles, 7 de octubre de 2009
ABRAZAR A JESUS Y ABRAZAR SU CRUZ

TE INVITO A AMAR A JESÚS Y A ABRAZAR SU CRUZ
Te cuento que seguir a Jesús, es saber llevar sobre los hombros la cruz que nos impone la vida, pues inútil sería negarnos a llevarla. Está hecha para que podamos soportarla, aceptando la Voluntad de Dios con fe, con alegría y con amor. Sufrir por Jesús es el camino del cristiano para saber andar nuestro calvario con las penas y las adversidades, con la enfermedad, con el trabajo, con las tribulaciones que el día traiga; renunciando al egoísmo, a la soberbia, renunciando a nosotros mismos. Tomar la cruz es acompañar al Señor como El sufrió por los hombres, en su Pasión y Muerte,diciéndole un SI a su llamado, reconociéndonos discípulos de su Evangelio, siguiendo sus mandamientos. Cada quien con su cruz, pero también unidos al dolor de quien sufre, de quien necesita ayuda. la cruz es el camino que nos llevará al encuentro con Nuestro Señor Jesús, confiando en su MisericordiaCada quien con su cruz, para abrazar a Cristo en esa batalla que nos toque librar: en las dudas, en la desesperanza, sin temer al hoy ni al mañana, sabiendo que Jesús estará con nosotros hasta el final de los tiempos.
EN JESÚS ES GRATO ASUMIR EL PERFIL DE UN SERVIDOR

ASÍ COMO NUESTRO JESÚS SIRVIÓ EN EL AMOR, SIRVAMOS TAMBIÉN NOSOTROS A QUIEN ESTÁ A NUESTRO ALREDEDOR.
LAS SIGUIENTES PUEDEN SER UNAS PAUTAS PARA HACERLO VIDA EN CADA UNO DE NOSOTROS. YO EL PRIMERO.
1. Debes ser una persona humilde, que acepta a Dios como padre, a Cristo como centro de su vida, se deje impulsar por el Espíritu Santo y guiar por la Santísima Virgen Maria.
1. Debes ser una persona humilde, que acepta a Dios como padre, a Cristo como centro de su vida, se deje impulsar por el Espíritu Santo y guiar por la Santísima Virgen Maria.
2. Sólido en su fe, con una vida espiritual bien cimentada.
3. Seguros en la doctrina de Cristo y su iglesia, con un gran sentido de pertenencia y amor a ella.
4. Perseverante en el testimonio y en la acción evangélica.
5. Coherentes y valientes en el compromiso.
6. Constantes promotores en la paz y la justicia.
7. Tener discernimiento critico, iniciativa y prudencia.
8. Anhelos de superación, entrega, simpatía, desinterés personal.
9. Pacientes para saber comprender las dificultades y errores de los demás son perder la calma.
10. Que infunda confianza para que los demás lo consideren como un verdadero amigo y confidente.
TE CUENTO QUE NO ES FACIL, PERO ES POSIBLE EN EL AMOR.
YO COMO SEMINARISTA TAMBIEN LUCHO POR LOGRARLO.
JULIAN ANDRÉS BOTERO GALLÓN.
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EN JESUS BUSCA TU PERFIL DE SERVIDOR
VIDA DE SEMINARIO

UN DÍA DE VIDA EN EL SEMINARIO
Los seminaristas nos levantamos temprano. A las 5:30 hemos de estar preparados para el rezo de laudes a las 6:00 desayunamos y rápidamente, nos disponemos para ir a estudiar a las 8:00 hasta las 12:15, luego nos disponemos para el almuerzo y para realizar la hora del deporte.
Un día al mes (Retiro Espiritual), dedicamos un tiempo más intenso a la oración.
Cada seminarista se encarga de arreglar y limpiar su habitación así como de lavar y planchar su ropa. Las habitaciones son individuales y muy sencillas, pero cómodas: "Tenemos una mesa, una silla, armario, estantería para los libros y cama".
AMIGO: ESTE ES EL CAMINO, ANDAD POR EL.

ESTE ES EL CAMINO ANDAD POR EL
Hay muchos caminos que nos conducen a diferentes lugares, pero te cuento que el único que nos conduce al cielo se llama Jesús.
Sin embargo, para que el Señor Jesús pueda habitar realmente en nuestros corazones, es necesario cooperar activa y eficazmente con la gracia de Dios. Se trata de un sendero que supone despojarnos de los obstáculos o sombras de pecado que impiden que el Amor se arraigue en nosotros, para que podamos revestirnos de Hombre Nuevo.
Sin embargo, este camino no es fácil. La experiencia cotidiana nos enseña que para ser santos es necesario cooperar activamente con la gracia, luchar, entregarse, esforzarse, por superar todos los obstáculos que nos impiden cumplir el Plan de Dios. Como nos enseña San Pablo, para salir victoriosos en esta lucha necesitamos pelear "el buen combate de la fe"
TE PRESENTO VARIOS COMBATES QUE HAS DE VIVIR:
EL COMBATE ESPIRITUAL
El combate espiritual es, una manera concreta de responder al llamado a la santidad.
LUCHA POR ELLA EN LO COTIDIANO DE TU VIDA.
HUIR DE LAS OCASIONES
frente a las ocasiones de pecado, aun antes de que se presente la tentación, el mejor remedio es huir, rechazarla desde el primer momento. Huir de las ocasiones de pecado es, pues, método seguro y eficaz para evitar las caídas en el combate.
NO TE ASUSTES AY ALGUIEN QUE TE AYUDA A CAMINAR:
ESE ALGUIEN ES MI MAMASITA MARÍA
DOCUMENTO DE APARECIDA CON MI PARECIACIÓN
DOCUMENTO DE APARECIDA
En el documento conclusivo de “Aparecida”, de la V Conferencia General del episcopado latinoamericano y del Caribe, teniendo como tema: “Discípulos misioneros de Jesucristo para que nuestros pueblos en Él tengan vida”; pone en relieve primero que todo, las circunstancias que marcan la vida actual de nuestros pueblos, retomando en tal forma, los fuertes cambios que ha sufrido, así como los distintos fenómenos, entre los cuales el de la globalización, que con gran dominio en nuestra época afectan generalmente a los sectores más pobres, entre ellos los indígenas, los cuales además de ser explotados sufren una grave exclusión social, que pone en riesgo incluso su existencia física, cultural y espiritual. Así se enfoca también, realidades en estos pueblos como lo es la falta de vocaciones para la vida consagrada y religiosa; y el retiro de muchas personas de la religión católica que marchan hacia otros grupos religiosos ciertamente porque a causa del insuficiente número de sacerdotes, imposibilita a muchos de estos pueblos la celebración de la Eucaristía. Dejando claro que ésta es la que hace Iglesia.
Además, frente a tal situación, se plantea la necesidad de formar discípulos misioneros, capaces de ir hacia “La otra orilla”, aquella en la que Cristo no es aún reconocido como Dios y Señor de la Iglesia. Discípulos encaminados hacia la santidad, los cuales configurados y enraizados plenamente con Cristo han de vivir, primero que todo, su vocación no en un aislamiento del “Yo”, sino en una comunión con la Iglesia “Comunidad de amor”; para que así, enviados a estos pueblos cuya mayoría viven en el flagelo de la pobreza, puedan según el designio de Cristo, responder a las grandes necesidades de estos pueblos; teniendo en cuenta los desafíos que el mundo de hoy le presenta a la Iglesia de Jesús, entre ellos, la creciente cultura de muerte que afecta la vida en todas sus formas.
Sin embargo, es destacado también allí, el papel tan importante que desempeñan los laicos en la evangelización de los pueblos, el papel de comunidades religiosas, tanto de vida activa como de vida contemplativa, y la labor de muchos sacerdotes. Conjuntamente inculca la necesidad de establecer un diálogo ecuménico e interreligioso que lleve hacia el cumplimiento del deseo de Cristo: “Que todos sean uno, así como mi Padre y Yo somos uno”, e incentive a los pueblos en la construcción de una nueva humanidad e invita a que en el proceso formativo de los discípulos misioneros de Cristo, puedan éstos, contemplar en María la belleza del rostro de su Hijo y a experimentar la profundidad de su amor, y a permanecer en la escuela suya, para que inspirados en sus enseñanzas guardemos en nuestro corazón, las luces que Ella por mandato divino envía desde lo alto; asumiendo igualmente así, una formación integral y permanente, atenta a dimensiones diversas, tanto humano, comunitaria y espiritual, como intelectual, pastoral y misionera. Todo esto fundamentado en Cristo con identidad eclesial y cultural y con excelencia académica.
Frente al rechazo y la discriminación social, la V conferencia, ve a éstas personas excluidas, como aquellos en los cuales el ser humano puede encontrar al mismo Cristo que se halla desnudo y sufriente en ellos. Muestra la dignidad del hombre como algo abolido por la sociedad, la crítica situación de muchos niños que trabajan en la calle y de mujeres cada vez más explotadas, la manipulación de la vida con el aborto y tantas situaciones que atentan contra esta; planteando ante tal realidad, ir en defensa de la vida, contrarrestar la cultura de muerte con la cultura cristiana, en tal sentido que la Iglesia, al conocer los diversos valores culturales, la historia y las tradiciones de los afroamericanos pueda entrar en diálogo fraterno con ellos, para que al ser ésta cultura, conocida , evaluada y asumida por la Iglesia pueda ésta, haciendo uso de los medios de comunicación, llevar al hombre hacia Cristo.
APRECIACIÓN PERSONAL
Es importante rescatar que la calidad de éste documento ha radicado no solo en permitirme mirar el contexto de la situación actual de estos pueblos, sino que al igual que esto, me ha hecho reconocer que yo como discípulo de Cristo he de centrar mi mirada en aquellos cuya situación de pobreza, raza o condición social los ha llevado a recibir el rechazo completo de una sociedad cuya cultura cada vez más los separa y les arrebata la dignidad y la igualdad de condiciones que todo ser humano ha de tener; haciéndolos sentir en una especie de isla que aunque con millones de habitantes, experimentan la soledad a causa de una injusta discriminación.
Los argumentos y las posiciones que toma ésta conferencia, me han llevado a comprender a partir de su lectura, la realidad de la globalización que además de ser “un logro de la familia humana, al favorecer el acceso a nuevas tecnologías, mercados y finanzas”;[1] tristemente trae consigo más pobreza; pues tan solo basta mirar la austeridad de estos pueblos para darnos cuenta de los grandes anhelos que experimentan éstas personas para pasar de la miseria a la posesión de lo escasamente necesario para subsistir, y exigiendo como mínimo, respeto y reconocimiento dentro de la sociedad. Sin embargo, cabe decir que éstas han de ser personas que antes de fijar la vista hacia su pobreza, han de ver que la mayor calamidad es la de negarse a reconocer la presencia del misterio de Dios y de su amor en su vida misma, que es quien verdaderamente salva y libera.
Ante tal desesperanza de una cultura de muerte en la que los caminos trazados por el hombre llevan a dilapidar, incluso lo dado por Dios, como lo es la vida misma, se ve reflejada una clara realidad sin Dios, que lo único que logra es crear cultura contra el hombre y el bien común. En tal manera es una cierta pérdida de sentido que no siendo solo de los pueblos latinoamericanos y del Caribe, sino de toda la sociedad: cabe decir que verdaderamente “Es posible que el hombre pueda construir un mundo fuera de Dios, pero éste mundo que construya acabará por volverse contra él y sus vanos proyectos; porque Dios es la raíz y el fin supremo del hombre”.[2] Por consiguiente se puede recatar la necesidad de sembrar en medio de dicha cultura, otra cultura cristiana, que defienda los derechos esenciales que han sido robados al hombre, a fin de que aquella dignidad dada por Dios a todos los hombres, pueda ser vista y respetada en todos sin exclusión alguna. Por consiguiente me parece realmente importante que la evangelización de los pueblos, no se halle ajena a los grandes sufrimientos que viven la mayoría de nuestra gente, puesto que así, aunque muchos de éstos sean sufrimientos escondidos, nosotros como seminaristas al ser discípulos de Cristo caminamos hacia una santidad, la cual, no huyendo de las circunstancias, hace suyos los problemas del mundo; teniendo como meta, romper esa barrera que le impide al individuo establecer una relación con Dios, y más que eso, aquello que le imposibilita ser amigo suyo.
Es un objetivo frente al cual, es ineludible poseer cada vez más, la capacidad para leer ésta realidad que nos circunda; reconociendo que estamos llamados a conocer la cultura, para que así, no perdiendo de vista el momento actual, asumamos los retos presentes en nuestra evangelización, ya planteados en dicha conferencia.
En proporción a esto, al observar que no es cualquier cultura la que nos envuelve, me impacta el enfoque que le dan los participantes de ésta conferencia, al tema de la formación; al proponer, la necesidad de una mayor exigencia en la formación de aquellos quienes se han entregado al seguimiento de Cristo, mediante la vida consagrada. Además, me lleva a vislumbrar el porqué del requerimiento en cuanto a la parte intelectual del formando en los seminarios; puesto que además de que se ha optado por un seguimiento de Cristo en la Iglesia y por la Iglesia; es necesario contar con una capacidad intelectual que satisfaga las exigencias de un ministerio sacerdotal, en la época actual. Ser ministros de Fe y Esperanza que comuniquen éstas y las hagan fermento en el corazón humano, para que así, este deseo del hombre, que contemporáneamente solo quiere matar a Dios pueda ver reflejado en estas personas con su fiel testimonio, la realidad de un Jesús de rostro humano, que antes que querer acusar al hombre, creatura suya, lo único de desea es curarlo y darle vida para que la tenga en abundancia.
Esta fe podemos decir sacraliza el entorno, en la medida en que favorece el desarrollo de una cultura, fundada tanto en valores más humanos, como en valores cristianos; los cuales presentan a la persona humana como el centro de toda vida social y cultural, cuya dignidad sea la de ser creación de Dios hecha a imagen y semejanza suya. Por tanto, como un método de evangelización, es significativo por parte de nosotros los católicos, como siervos de Dios, asumir el compromiso de servir a toda necesidad humana; se trata de remangarnos la camisa y hacer algo por los demás; por todo aquello como la igualdad en las gentes y en los pueblos, que hoy a fuertes gritos solicita la humanidad.
En síntesis es elemental, destacar frente a lo hablado y desarrollado anteriormente, la necesidad de hacer tomar conciencia al individuo, con respecto a la condición en la que se ha reducido o puede reducirse, al estar alejado de Dios, para que así, un día no muy lejano éste pueda volver al corazón de Cristo, signo elocuente de la divina misericordia; y frente al discípulo que evangeliza ha de empezar por vivir una fuerte experiencia con Dios, teniendo como sustento, la Eucaristía y la Palabra de Dios; puesto que solo quien lo reconoce a Él, reconoce la realidad, y puede responder a ella de modo adecuado y realmente humano. Es ser capaz de mostrar que la esperanza por un mundo mejor, abre caminos hacia la tan mencionada por el Papa Benedicto XVI, “Civilización del Amor”; además, es también, ser capaces de manifestar que una nueva sociedad Latinoamericana y caribeña fundada en Cristo es posible.
En el documento conclusivo de “Aparecida”, de la V Conferencia General del episcopado latinoamericano y del Caribe, teniendo como tema: “Discípulos misioneros de Jesucristo para que nuestros pueblos en Él tengan vida”; pone en relieve primero que todo, las circunstancias que marcan la vida actual de nuestros pueblos, retomando en tal forma, los fuertes cambios que ha sufrido, así como los distintos fenómenos, entre los cuales el de la globalización, que con gran dominio en nuestra época afectan generalmente a los sectores más pobres, entre ellos los indígenas, los cuales además de ser explotados sufren una grave exclusión social, que pone en riesgo incluso su existencia física, cultural y espiritual. Así se enfoca también, realidades en estos pueblos como lo es la falta de vocaciones para la vida consagrada y religiosa; y el retiro de muchas personas de la religión católica que marchan hacia otros grupos religiosos ciertamente porque a causa del insuficiente número de sacerdotes, imposibilita a muchos de estos pueblos la celebración de la Eucaristía. Dejando claro que ésta es la que hace Iglesia.
Además, frente a tal situación, se plantea la necesidad de formar discípulos misioneros, capaces de ir hacia “La otra orilla”, aquella en la que Cristo no es aún reconocido como Dios y Señor de la Iglesia. Discípulos encaminados hacia la santidad, los cuales configurados y enraizados plenamente con Cristo han de vivir, primero que todo, su vocación no en un aislamiento del “Yo”, sino en una comunión con la Iglesia “Comunidad de amor”; para que así, enviados a estos pueblos cuya mayoría viven en el flagelo de la pobreza, puedan según el designio de Cristo, responder a las grandes necesidades de estos pueblos; teniendo en cuenta los desafíos que el mundo de hoy le presenta a la Iglesia de Jesús, entre ellos, la creciente cultura de muerte que afecta la vida en todas sus formas.
Sin embargo, es destacado también allí, el papel tan importante que desempeñan los laicos en la evangelización de los pueblos, el papel de comunidades religiosas, tanto de vida activa como de vida contemplativa, y la labor de muchos sacerdotes. Conjuntamente inculca la necesidad de establecer un diálogo ecuménico e interreligioso que lleve hacia el cumplimiento del deseo de Cristo: “Que todos sean uno, así como mi Padre y Yo somos uno”, e incentive a los pueblos en la construcción de una nueva humanidad e invita a que en el proceso formativo de los discípulos misioneros de Cristo, puedan éstos, contemplar en María la belleza del rostro de su Hijo y a experimentar la profundidad de su amor, y a permanecer en la escuela suya, para que inspirados en sus enseñanzas guardemos en nuestro corazón, las luces que Ella por mandato divino envía desde lo alto; asumiendo igualmente así, una formación integral y permanente, atenta a dimensiones diversas, tanto humano, comunitaria y espiritual, como intelectual, pastoral y misionera. Todo esto fundamentado en Cristo con identidad eclesial y cultural y con excelencia académica.
Frente al rechazo y la discriminación social, la V conferencia, ve a éstas personas excluidas, como aquellos en los cuales el ser humano puede encontrar al mismo Cristo que se halla desnudo y sufriente en ellos. Muestra la dignidad del hombre como algo abolido por la sociedad, la crítica situación de muchos niños que trabajan en la calle y de mujeres cada vez más explotadas, la manipulación de la vida con el aborto y tantas situaciones que atentan contra esta; planteando ante tal realidad, ir en defensa de la vida, contrarrestar la cultura de muerte con la cultura cristiana, en tal sentido que la Iglesia, al conocer los diversos valores culturales, la historia y las tradiciones de los afroamericanos pueda entrar en diálogo fraterno con ellos, para que al ser ésta cultura, conocida , evaluada y asumida por la Iglesia pueda ésta, haciendo uso de los medios de comunicación, llevar al hombre hacia Cristo.
APRECIACIÓN PERSONAL
Es importante rescatar que la calidad de éste documento ha radicado no solo en permitirme mirar el contexto de la situación actual de estos pueblos, sino que al igual que esto, me ha hecho reconocer que yo como discípulo de Cristo he de centrar mi mirada en aquellos cuya situación de pobreza, raza o condición social los ha llevado a recibir el rechazo completo de una sociedad cuya cultura cada vez más los separa y les arrebata la dignidad y la igualdad de condiciones que todo ser humano ha de tener; haciéndolos sentir en una especie de isla que aunque con millones de habitantes, experimentan la soledad a causa de una injusta discriminación.
Los argumentos y las posiciones que toma ésta conferencia, me han llevado a comprender a partir de su lectura, la realidad de la globalización que además de ser “un logro de la familia humana, al favorecer el acceso a nuevas tecnologías, mercados y finanzas”;[1] tristemente trae consigo más pobreza; pues tan solo basta mirar la austeridad de estos pueblos para darnos cuenta de los grandes anhelos que experimentan éstas personas para pasar de la miseria a la posesión de lo escasamente necesario para subsistir, y exigiendo como mínimo, respeto y reconocimiento dentro de la sociedad. Sin embargo, cabe decir que éstas han de ser personas que antes de fijar la vista hacia su pobreza, han de ver que la mayor calamidad es la de negarse a reconocer la presencia del misterio de Dios y de su amor en su vida misma, que es quien verdaderamente salva y libera.
Ante tal desesperanza de una cultura de muerte en la que los caminos trazados por el hombre llevan a dilapidar, incluso lo dado por Dios, como lo es la vida misma, se ve reflejada una clara realidad sin Dios, que lo único que logra es crear cultura contra el hombre y el bien común. En tal manera es una cierta pérdida de sentido que no siendo solo de los pueblos latinoamericanos y del Caribe, sino de toda la sociedad: cabe decir que verdaderamente “Es posible que el hombre pueda construir un mundo fuera de Dios, pero éste mundo que construya acabará por volverse contra él y sus vanos proyectos; porque Dios es la raíz y el fin supremo del hombre”.[2] Por consiguiente se puede recatar la necesidad de sembrar en medio de dicha cultura, otra cultura cristiana, que defienda los derechos esenciales que han sido robados al hombre, a fin de que aquella dignidad dada por Dios a todos los hombres, pueda ser vista y respetada en todos sin exclusión alguna. Por consiguiente me parece realmente importante que la evangelización de los pueblos, no se halle ajena a los grandes sufrimientos que viven la mayoría de nuestra gente, puesto que así, aunque muchos de éstos sean sufrimientos escondidos, nosotros como seminaristas al ser discípulos de Cristo caminamos hacia una santidad, la cual, no huyendo de las circunstancias, hace suyos los problemas del mundo; teniendo como meta, romper esa barrera que le impide al individuo establecer una relación con Dios, y más que eso, aquello que le imposibilita ser amigo suyo.
Es un objetivo frente al cual, es ineludible poseer cada vez más, la capacidad para leer ésta realidad que nos circunda; reconociendo que estamos llamados a conocer la cultura, para que así, no perdiendo de vista el momento actual, asumamos los retos presentes en nuestra evangelización, ya planteados en dicha conferencia.
En proporción a esto, al observar que no es cualquier cultura la que nos envuelve, me impacta el enfoque que le dan los participantes de ésta conferencia, al tema de la formación; al proponer, la necesidad de una mayor exigencia en la formación de aquellos quienes se han entregado al seguimiento de Cristo, mediante la vida consagrada. Además, me lleva a vislumbrar el porqué del requerimiento en cuanto a la parte intelectual del formando en los seminarios; puesto que además de que se ha optado por un seguimiento de Cristo en la Iglesia y por la Iglesia; es necesario contar con una capacidad intelectual que satisfaga las exigencias de un ministerio sacerdotal, en la época actual. Ser ministros de Fe y Esperanza que comuniquen éstas y las hagan fermento en el corazón humano, para que así, este deseo del hombre, que contemporáneamente solo quiere matar a Dios pueda ver reflejado en estas personas con su fiel testimonio, la realidad de un Jesús de rostro humano, que antes que querer acusar al hombre, creatura suya, lo único de desea es curarlo y darle vida para que la tenga en abundancia.
Esta fe podemos decir sacraliza el entorno, en la medida en que favorece el desarrollo de una cultura, fundada tanto en valores más humanos, como en valores cristianos; los cuales presentan a la persona humana como el centro de toda vida social y cultural, cuya dignidad sea la de ser creación de Dios hecha a imagen y semejanza suya. Por tanto, como un método de evangelización, es significativo por parte de nosotros los católicos, como siervos de Dios, asumir el compromiso de servir a toda necesidad humana; se trata de remangarnos la camisa y hacer algo por los demás; por todo aquello como la igualdad en las gentes y en los pueblos, que hoy a fuertes gritos solicita la humanidad.
En síntesis es elemental, destacar frente a lo hablado y desarrollado anteriormente, la necesidad de hacer tomar conciencia al individuo, con respecto a la condición en la que se ha reducido o puede reducirse, al estar alejado de Dios, para que así, un día no muy lejano éste pueda volver al corazón de Cristo, signo elocuente de la divina misericordia; y frente al discípulo que evangeliza ha de empezar por vivir una fuerte experiencia con Dios, teniendo como sustento, la Eucaristía y la Palabra de Dios; puesto que solo quien lo reconoce a Él, reconoce la realidad, y puede responder a ella de modo adecuado y realmente humano. Es ser capaz de mostrar que la esperanza por un mundo mejor, abre caminos hacia la tan mencionada por el Papa Benedicto XVI, “Civilización del Amor”; además, es también, ser capaces de manifestar que una nueva sociedad Latinoamericana y caribeña fundada en Cristo es posible.
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